lunes, 28 de noviembre de 2016

Porlán El diario del profesor. Un recurso para la investigación en el aula

Los diarios en el contexto de los documentos personales y materiales autobiográficos
Hernández (1986) menciona que el valor instrumental del diario, reside en su capacidad de reproducir la vivencia concreta de los casos a través de la experiencia acumulada. Se persigue con ello destacar el valor de la propia historia de la persona o grupo social.
Un documento personal como el diario, es  aquel documento revelador de sí mismo, que de manera intencional o no intencional suministra información respecto a la estructura, dinámica y funcionamiento de la vida mental de su autor.
Es un relato en donde se da cuenta de la experiencia de una persona que expone su actividad como ser humano y como partícipe de la vida social.
El diario del profesor
Para Rafael Porlán y José Martín (1994), el diario del profesor es un recurso metodológico dónde el docente realiza observaciones, entrevistas; describe lo que ocurre en clases, los materiales que utiliza, etc. Así también, compara, triangula la información recabada y establece conclusiones; con ello puede tomar decisiones para mejorar su práctica educativa. Es decir, los diarios ayudan a rescatar los puntos débiles y fuertes de la práctica educativa del docente, por medio de ellos puede reflexionar sobre la práctica, ser crítico, desarrollar competencias y mejorar su práctica. Los diarios ayudan a desarrollar un pensamiento crítico y reflexivo de su práctica, con ello pueden mejorarla.
Según Porlán y Martín (1994)  el profesor puede ser un investigador en el aula, indagando sobre las características y necesidades del contexto en el que se encuentra. Esto, dándole una secuencia y evaluando su intervención mediante el seguimiento a su práctica docente; o bien investigando sobre los procesos de aprendizaje de sus alumnos.  
Estos autores mencionan además, que el diario es un instrumento que permite interrogar y desentrañar el sentido de la realidad, constituyéndose testigo de la experiencia docente. Asimismo es un instrumento muy poderoso que rescata la experiencia y voz de los involucrados, además de rescatar más aspectos de la vida y práctica de las personas, al sentirse libres de escribir su experiencia en él.
Zabalza (2004) plantea que los diarios constituyen narraciones realizadas por los profesores y profesoras (tanto en activo como en formación), donde el marco espacial de la información recogida suele ser el ámbito de la clase o aula pero nada impide que otros ámbitos de la actividad docente puedan ser igualmente reflejados en el diario”
El diario como herramienta de desarrollo profesional 
Para González (2006), el diario es un instrumento de diagnóstico del desarrollo profesional, en el cual el profesor rescata las experiencias y reflexiones acerca de su práctica educativa. Además explica que, a través de los diarios se puede indagar y profundizar en la práctica educativa de los docentes, ya que los diarios se caracterizan por ser abiertos, flexibles y sistemáticos; el docente puede expresar libremente sus experiencias, ideas, afectos, etc.; a través de su autoobservación.
De igual forma, menciona que la lectura de los diarios entre docentes, permite socializar inquietudes, experiencias, reflexiones, dudas y propuestas, acerca de la práctica educativa; así también potencializa el desarrollo de la competencia dialógica y mejora las relaciones interpersonales entre docentes.
Para el mismo autor, el diario tiene un valor significativo en la vida de los docentes, ya que a partir de la reflexión crítica de su práctica, pueden identificar problemas y plantear propuestas de solución para mejorar su ejercicio profesional y su práctica educativa.
Zabalza busca indagar en los procesos internos del docente al escribir un diario y explica que: “Escribir sobre si mismo trae consigo la realización de los procesos a los que he hecho alusión: se  racionaliza la vivencia al  escribirla (lo que tenía una naturaleza emocional o afectiva pasa a tener, además  naturaleza cognitiva con lo cual se hace más manejable); se reconstruye la experiencia y con ello se tiene la  posibilidad de descentrarse de ella y analizarla; y, en caso de desearlo, se facilita la posibilidad de socializar la  experiencia compartiéndola con un asesor personal o con el grupo de colegas”.
De igual manera, Zabalza (2004)  plantea cómo a  través de la utilización del diario es posible observar un proceso cíclico de aprendizaje profesional que transita a través de 5 etapas (p.53):
1.    La toma de conciencia de problemas del desempeño profesional.
2.    La aproximación analítica a las prácticas profesionales recogidas en los diarios.
3.    La profundización en la comprensión del significado de las acciones.
4.    La toma de decisiones y puesta en marcha de iniciativas de mejora.
5.    El reinicio de un nuevo ciclo de actuación profesional.


Características del diario
· Recupera las prácticas, experiencias y anécdotas de un sujeto o grupos de sujetos.
· No tiene, ni podrá tener una estructura rígida, es flexible.
· Busca la reflexión crítica del sujeto o grupo de sujetos.
· A través de él se recupera la voz de las personas.
· La autoobservación es clave dentro del proceso de escribir un diario.
· Son sistemáticos, tienen una secuencia.
· Se apoyan de recursos como observaciones, entrevistas, etc.
· Se escribe regularmente para poder ver el proceso que tienen los sujetos.
· En ellos se describe, sistematiza, analiza y se reflexiona en base a una situación.
· Ayuda a desarrollar un pensamiento más crítico y reflexivo a medida que se profundiza en éste.

Un diario puede estar conformado por:
· Resumen de lo que sucede cada día.
· Preguntas y temas de estudio o investigación.
· Diagramas, dibujos y mapas mentales.
· Observaciones y entrevistas.
· Historias de conversaciones, debates, y sesiones de planificación entre compañeros, co-investigadores, docentes, supervisores y participantes.
· Reflexiones sobre lo observado y sobre la re-lectura del diario.
· Conjeturas, presentimientos, pensamientos, sueños
· Los planes para la acción futura o de investigación.

Modo de elaboración 
Efrén Acero (s/f) menciona que el Diario se debe iniciar  con: “una descripción sistemática y pormenorizada  de la dinámica de los  ambientes de aprendizaje dentro o fuera del aula, hecha a través de la  lectura de la realidad”; esto ayudará a detectar:
-Lo que desconoces de tus estudiantes.
– Zona de desarrollo real.
– Expectativas  y dificultades de los estudiantes.
-Estrategias de seguimiento y control.
-Identificar el conocimiento previo de los alumnos.
-Acontecimientos más significativos para el grupo.
– Ambiente dentro y fuera del aula.
Para el autor, el propósito de iniciar así el Diario es presentar un panorámica general y significativo de aquello que, desde el punto de vista del observador sucede en el aula (o fuera de ella) describiendo las actividades, relatando procesos y  categorizando las distintas observaciones que se van  recogiendo.


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